COLECHO, aunque la palabra no exista como tal.
Cuando
preguntas a unos padres si hacen COLECHO, se te quedan mirando como si les
hubieras descubierto el mayor de sus secretos, y con los ojos abiertos te
dicen:
-
Bueno, pues si….
y luego
alguna disculpa, porque tal vez pediatras anteriores ya les habían recriminado
esa actitud, pero cuando les dices:
-
Ah, muy bien, es la mejor manera
de poder dormir todos en casa.
Entonces aparece
la sonrisa de oreja a oreja y te afirman con la cabeza su apoyo.
No voy a hablar aquí de las
condiciones para hacer colecho, lo que hay que hacer o lo que no hay que hacer,
hay muchos artículos en las redes donde investigar todo eso, y no pretendo
hacer una enciclopedia de pediatría para padres, sino más bien reolver algunas
dudas que tienen muchos padres.
Quizás no soy el más adecuado para
hablar de COLECHO ya que ahora hace muchos años recibí una llamada telefónica a
primera hora de la mañana en la consulta (cuando yo empezaba a trabajar muy
temprano por la mañana):
-
Doctor, doctor, le llamo para
pedirle que por favor venga corriendo a casa (vivían a menos de 100 metros de
la consulta), el bebe (de unos 10 dias) esta en la cama, no se mueve y tiene un
color muy azulado. Dormía con nosotros.
La unidad
de urgencias que acudió a domicilio diagnosticó la muerte del bebé.
Desconozco
si fue una muerte súbita, o un aplastamiento al dormir con dos padres obesos, y
quizás cansados de todos los momentos que habían llevado con el parto, y la preocupación
de tener un bebe en casa.
Con una experiencia asi quizás tendría
que recomendar no hacer COLECHO, pero lo que quiero transmitir con este artículo
es el derecho a poder hacerlo.
Lo mismo que respeto la decisión de
unos padres de crear una habitación y que el bebé duerma allí, vigilado por
dispositivos de cámara y sonido, o de incluso emitir música.
Unos padres deberán conocer las características
que se deben cumplir de cama, almohadas, sabanas, cunas que se unen a las
camas, etc…si quieren tener al bebé con ellos para protegerlo, y que el bebé
cuando se despierte se quede tranquilo porque ellos están allí.
Además, prefieren que el bebé les sonría
a ellos que a un peluche que posiblemente el bebé ni siquiera lo ha escogido.
Los mismos padres deberán
comprender que, aunque en estos momentos los lactantes puedan depender de ellos
para sentirse protegidos, esta situación también les ofrece la seguridad de que
saben que pueden contar con los padres, que están ahí, eso les ofrece una
seguridad tremenda, y cuando se
despierten comprobarán que no están solos
y aislados en una habitación especial para bebes que tampoco ellos han
escogido, porque lo que escogería un bebe es estar “en la guarida” con sus
padres, sentir su calor, su olor, y su amor.